Paso en Asturias la primera semana de
Enero, paso el día de Reyes en Rañeces con mi familia paterna, y para
evitar las nevadas en los puertos mis padres me bajan en coche hasta
Madrid, parando en Burgos, hasta el aeropuerto. El lunes por la mañana llego a Kaposvár en tren, justo a tiempo para la reunión de las 3, nos ponen al día de las vacaciones hasta
Julio.
Época de cerrar ciclos y centrarme en
mi. Decido ir cada miércoles al instituto Munkácsy para participar
en las clases de baile tradicional con los alumnos y para estar
disponible si la profesora de español quiere que la acompañe en las
clases. Continúan mis clases de club de español martes y miércoles
con los niños. Dos de ellos no parecen tan interesados en aprender
el idioma como en jugar entre ellos, pero aun así van mejorando.
Tomo algún hábito diario nuevo, empiezo a estudiar alemán cada día
y sigo mi progreso con una aplicación para el móvil, toco el
ukelele al menos media hora al día y salgo a correr cuatro o cinco
días por semana. Al final de enero me sé los acordes de Creep y
Bella Ciao, corro 8 km y según Duolingo soy 45% fluente en alemán.
Este mes empecé a ir cada lunes a las
07:30 a.m. con el colegio Napsugar a la piscina del instituto
Gyakorlo. Llevo a Peti del colegio al instituto, ponemos el bañador,
espero mientras tiene su clase de natación y luego le cambio y llevo
de vuelta al cole. Es mi momento más feliz de la semana. Peti es
autista, tiene cinco años, no habla, es obediente y dulce. Ese rato
en la piscina viendo a los niños nadar encuentro las emociones más
intensas y puras.
Todo el grupo de voluntarios que llegó
a principios de Diciembre venía de Turquía, se ocuparon de la
guardería y de el colegio Durázcky, por lo que este mes no fui al
colegio , ellos ya cubrían las plazas. De todos modos terminé el
documento sobre Inteligencias Múltiples y ahora mismo los profesores
del colegio tienen una encuesta que responder sobre las
características de cada grupo con el que vamos a trabajar.
Los viernes siguen siendo el día de
ir al Hogar de Mujeres, alternamos actividades creativas y educativas
para los niños. Siempre que sea jugando le encanta aprender, son
competitivos y muy curiosos. La semana pasada se aprendieron las
banderas y nombres de cada país de la Unión Europea y el resto de
la tarde corretearon con las banderas atadas al cuello como capas de
súper héroes.
Etienne, Enrico y yo somos
vegetarianos y no tomamos leche de vaca, se les ocurrió que podíamos
dejar de comprar la leche vegetal, que es muy cara, y empezar a
hacerla nosotros mismos. Un día por semana nos juntamos y hacemos
nuestra propia leche de arroz o de avenar y después la repartimos.
Recibimos dos nuevas voluntarias en el
piso, Aylin y Nazlin me hablan de imperio otomano y dan abrazos por
las mañanas y las nuevas chicas me recuerdas a las hermanastras de
la cenicienta. Me gusta el grupo de nuevos voluntarios turcos, Ömer
y Aylin son adorables. Él es el compañero ideal para hacer
ejercicio, quiere salir a correr en mis primeros días cuando todavía
me ahogo después de media hora, me dejo convencer para ir a la
cancha de tenis a pesar de no tener ni idea y no me arrepiento en
absoluto. Tres tardes geniales pasamos allí, alguna solos y otras
con Aylin y Enrico.
El 15 fue la fiesta de despedida de
Yunus en Hangar, se va el alma del equipo. Admiré su paz interior y
capacidad de asumir el cambio desde si mismo ante los inconvenientes.
La vida volverá a juntar nuestros caminos, lo sé.
Continúan las clases semanales de
húngaro, dios mio, porqué estoy tan perdida y cuándo me voy a
centrar en estudiar este maldito idioma.
Ya estoy matriculada en la Escuela
Oficial de Idiomas para hacer el examen de certificación de inglés
en septiembre y un no hice mi planing de estudiar, tampoco encontré
un máster en el que me quiera matricular. Algunos voluntarios están
pensando en irse, y los que no parecen tener muy claro lo que va a
ser de ellos en el futuro, y yo sigo sin cumplir ese propósito de
año nuevo que me puse en 2017 de encontrar el camino que quiero
seguir. De momento no sé a donde me va a llevar este pero tengo muy
claro que quiero ver todo el recorrido.
El 17 tuve una visita muy guay! Marta,
la voluntaria española que conocí en el training course de Budapest
en Octubre vino a Kaposvár : ) en breve celebraremos su cumple, me
prestó verla, está feliz y motivada.
Me encargan planear la fiesta de
carnaval de la oficina que celebraremos en febrero, todo está listo,
espero que los demás voluntarios colaboren cocinando algún postre
típico de su país y que lo pasemos tan bien como en carnaval. Esta
vez haremos alguna dinámica relacionada con teatro, es un tema que
tengo muchas ganas de tocar porque creo que entre los voluntarios del
equipo a hay mucho potencial en esa rama.
El finde del 20 Álvaro, Mert,
Ettiene, Enrico y yo vamos dando un paseo hasta el lago Deseda, hace
un día perfecto, soleado, despejado, el agua está en calma, el frio
no nos impide comer en el merendero e imaginar cómo serán los
veranos aquí, yo me visualizo leyendo en el prado, tomando el sol y
pudiendo nadar en el lago. Pienso también en la posibilidad de
comprar una bicicleta. Hay sitios muy chulos en los alrededores de la
ciudad.
Tengo dos nuevas alumnas de español
para el club de idiomas. Son madre e hija y tienen muy buenas
vibraciones entre ellas. La madre es espontanea y despreocupada y la
hija disciplinada. Cuando la una se ríe la otra suele resoplar. Al
principio me pedían muchas normas de gramática de las que no estaba
segura y iba un poco nerviosa a las clases. Ahora creo que ya han
entendido que no soy profesora titulada de español y me exigen menos
y lo pasamos mejor.
Nueva iniciativa! nos piden que
programemos nuestro taller personal, después de varias vueltas al
tema me decidí por adoptar el programa Tree Change Dolls, un taller
de reformar muñecas de segunda mano, retirando todo el maquillaje y
ropa súper sexualizada y convertirlas en personas naturales con las
que las niñas de la siguiente generación puedan sentirse más
identificadas sin recibir el estereotipo artificial y superficial que
encontramos en muchos de los juguetes actuales. El taller será en
varias sesiones, no solo se reformará físicamente a la muñeca,
también coseremos ropa nueva y sobretodo hablaremos mucho de
feminismo.
Del 25 al 29 me voy a Bélgica unos
días, no importa dormir un par de noches en Budapest por el horario
de los vuelos ni el transporte del aeropuerto a la ciudad, me siento
como en casa, visito Gante y Brujas, pruebo el mejor gofre de mi
vida, bebo cerveza de todos los colores, veo el Parlamento Europeo,
como con Olaya y Jose en uno de esos edificios oficiales de la UE que
tienen más controles para acceder que un aeropuerto. Hacía meses
que no les veía, me siento feliz de verles felices. Me inspira lo
claro que tienen sus planes de futuro y el perfecto balance que
tienen entre lo ambicioso y lo realista.
Me sirve para reafirmar lo que lleva
tiempo perfilándose como mi teoría sobre mis propias relaciones,
cada vez toma más forma y pronto verá la luz como otro articulo de
mi blog. En general no me arrepiento de haber ido, también a causa
del horario de los vuelos tuve ocasión de pasear sola por la ciudad,
de perderme y caminar y caminar y caminar. Las noches sola en
Budapest las paso tomando mis demasiadas cañas gratis en el bar del
hostal, leyendo La Tregua (una vez más Pablo dando en el clavo con
sus recomendaciones).
Orgullosa de las noticias que llegan
de mi familia, Lucía instalada en su nueva casa, mis padres al fin
han hecho el deseado viaje a Londres, Ángel cada vez más trasto,
más salvaje, un poco caprichoso.
Tres voluntarios deciden dejar Compass
e irse a casa: Manon, Benjamin y Greta. Las aspiraciones de cada uno
antes de venir no tienen nada que ver con las de los otros, eso es
evidente. Todos sabíamos de los problemas de adaptación que algunos
compañeros sufrían y decidimos hablarlo. Concluimos que había tres
focos de incomodidad: el trabajo en la oficina, la convivencia en
casa y la comunicación con la organización. Casi todo el equipo del
proyecto Age of Hope nos reunimos fuera de la oficina para compartir
nuestras emociones y pensamiento al respecto. Mi visión particular
es que parte de esas diferentes expectativas de cada voluntario es
consecuencia de la ambigüedad del proyecto para el que aplicamos. No
obstante hay un desencanto general que se nota en el ambiente y que
afecta a la convivencia en los pisos. También hay frustración y
sensación de poca utilidad para la comunidad local, desde luego no
todos nos hemos esforzado lo mismo en sentirnos realizados con
nuestro trabajo. Hay un motivo común que dificulta la estancia aquí,
y es la incesante llegada de grupos grandes de nuevos voluntarios
para programas de corta duración, y que estos no tengan actividades
suficientes para completar sus horas semanales, ni espacio en los
pisos para estar a gusto.
La conclusión de nuestra reunión fue
que quién tomaba la decisión de que llegaran tantos nuevos grupos
era la presidencia del Compass, por tanto pedimos una reunión con la
presidenta.
Objetivo: Entender el motivo de la
llegada de grandes grupos de corta duración y que ella entendiera
cómo afectaba eso al desempeño de nuestro trabajo y la convivencia
en los pisos.
Resultado: ataques, no poder
expresarnos, cuestionar nuestros motivos y cómo guinda de la reunión
amenaza de cancelar el proyecto.
Medidas paliativas: Dividir los
programas entre los coordinadores, ahora cada uno es responsable de
cosas especificas, podemos tomar parte en el proceso de selección de
a qué pisos irán los nuevos voluntarios, se pensara sobre la
posibilidad de que podamos trabajar en casa algunas horas cuando la
oficina esté muy llena, de pensar en actividades de team building
para involucrar a los nuevos, hacer reuniones semanales con las
coordinadoras, asignar a cada club de idiomas una mesa y lugar en la
oficina y no poner más de dos/tres en cada sala.
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