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martes, 31 de octubre de 2017

Octubre en Kaposvar


Comenzamos el mes con una actividad de team building ¿Vendimia? Si, ¡vendimia de uvas! A las 6 de la mañana todo el equipo, Zsu, Andy y su marido incluidos, íbamos camino a un caserío con un conductor temerario que aceleraba en vez de frenar en las curvas y que incluso olvidó poner el freno de mano cuando bajamos a hacer fotos y recoger castañas. Fue divertido porque no paso nada. En el caserío nos reciben a las 8 con palinka y pan con autentica mantequilla, verduras y embutidos, y una olla con té caliente. No encuentro mejor manera de cargas las pilas y con esas nos vamos a cortar los racimos de uvas por equipos, estamos tan motivados que acabamos un par de horas antes de lo previsto. Comemos allí y con eso reponemos la energía perdida en la mañana y cogemos para un mes más. A la vuelta paramos cerca del lago Balaton tomamos una cerveza desde el mirador, y en la siguiente parada podemos mojar los pies en él.
Lo que nos espera a la vuelta es más oficina, semana de estar en Compass sin mucho que hacer, a Andy le parece buena idea mandarnos limpiar a fondo toda la oficina, paredes e interior de sofás incluidos, después colocamos los nuevos sofás que compraron y movemos el armario. No sabemos cómo decir que no, o si podemos hacerlo, al menos yo, unas semanas mas tarde en el training course nos explican que, tal como sospechaba, la limpieza a fondo de la oficina ni es limpiar lo que hemos ensuciado por el uso durante las actividades del voluntariado, ni tiene por objeto el desarrollo o promoción de la juventud, tal como recoge nuestro acuerdo.
Después de esta semana tenemos que decir adiós a dos de los voluntarios que mas tiempo llevan en Compass: Dominik y Lucille. Hacemos una cena en creative (así se llama uno de los pisos), todos llevamos comida para compartir, vino y cerveza, bailamos en el salón, música francesa y turca, hablamos, reímos y reímos mas.
Vamos a un instituto a hacer presentación de nuestros países y acercarnos a los chavales de la cuidad, también les hablamos de las actividades que tenemos planeadas para el mes y ponemos ejemplos de frases en nuestras lenguas maternas, esa semana tenemos una visita de un profesor turco de una Universidad de Letonia que esta informándose sobre el programa SVE de cara a implantarlo en su Universidad. Le tenemos haciéndonos compañía unos día y le contamos las cosas que hemos hecho y como nos sentimos participando en el proyecto, creo que recibió el mensaje y se marchó muy contento con la idea, por lo menos nos invitó a su Universidad.


El club de español con los niños sigue adelante y cada día estoy mas contenta con ellos, y creo que ellos conmigo también. Uno incluso pidió clases particulares, así que ahora le veo dos días a la semana, una solo y otra con los otros dos niños. Y semana a semana veo como amplían vocabulario y sigo flipando con lo rápido que memorizan la información y con lo orgullosa que estoy de ellos.

              Dominik, Peter y David aprendiendo las partes del cuerpo humano
El día que el Parlamento de Cataluña declaró la independencia estábamos haciendo nuestras propias pizzas en casa de Barbara, una mujer americana que es además mentora de de dos voluntarios y preparó comida para todos, con unas galletas caseras deliciosas, pasamos una noche muy agradable con Niki y ella. Y lo mejor es que pudimos llevar a casa lo que sobró, fue como ir a casa de los abuelos.
Un día fuimos a un barrio gitano, preparamos cartulinas con lo más representativo de nuestros países, objetos, postales, hicimos una pequeña exposición por grupos según nuestra nacionalidad, los chicos se acercaban a ver las cosas, hicimos pintacaras, cometas, malabares, pasamos frío, jugamos a fútbol con ellos y se les repartió merienda.
La tercera semana de Octubre la mitad del equipo nos fuimos a Budapest a hacer el training course de comienzo del EVS, mientras que la otra mitad se quedó en Kaposvar, esa semana tuvieron que hacer limpieza en un hospital (¿finalidad de esa actividad? otro misterio) y también les dieron la bienvenida a dos nuevos voluntarios, Derya y Murat, una pareja turca. Ya somos catorce. Cuando volvimos del curso les dimos la bienvenida de nuevo con otra fiesta, vale más que sobre que no que falte.
En Budapest vivimos la semana al máximo, Dina y Marton nos dinamizaron el curso con ejercicios creativos y útiles. Nos hicieron reflexionar sobre nuestras metas personales, concienciarnos de nuestras aptitudes y flaquezas. Además, sin buscarlo expresamente, construimos un equipo solido. Nos juntamos voluntarios de toda Hungría con diferentes proyectos y de diferentes países. Llegué al curso descontenta con algunas cosas concretas de Compass, y me fui motivada, con herramientas para resolver conflictos y con nuevas ideas para mejorar la experiencia todo lo que fuera posible. Pude hacer una visita guiada por el distrito 8 de Budapest y aprendí de primera mano lo que es ser gitano en la ciudad y cual es su recorrido. Pudimos hablar con los mentores, conocer sus funciones reales (yo sigo dudando que su utilidad) y también hablar con la Agencia Nacional.
Parecía que nos estaban preparando para la matanza, nos daban de comer cinco veces al día. Además coincidí con bastantes voluntarios españoles, y me di cuenta de cuánto echo de menos hablar en mi lengua materna, y sobre todo el sentido del humor. No es por nada, pero en una parte de la sala siempre había risas. Empiezo a ver con más claridad lo que es la “cultura española” que siempre negué que existiera. Cuando los instructores ofrecieron una fiesta de despedida en la sala la última noche, nosotras nos miramos y dijimos -Vamos a comprar más vino porque seguro que se quedan cortos-.
Y así fue que, después de horas bailando los vídeos de Youtube de JustDance, acabamos lo que trajeron ellos y también lo que cogimos nosotras, y cerramos la noche con Marton inventando un nuevo juego que nos hizo llorar de risa la mañana siguiente. Y después con las despedidas reales lloramos de verdad. Menos mal que nos han prometido que en Marzo nos volveremos a juntar el mismo equipo y que mientras tanto podemos visitarnos. A la espera de saber si podré ir a la cena de Navidad para EVS del 6 de diciembre a la que muchos del curso irán!
Tuve la oportunidad de planear la fiesta de Halloween en el Mother selther, por fin!! fue genial, los niños jugaron toda la tarde, se hicieron sus propios disfraces, merendaron fruta (escalofriantemente decorada, claro), les pintamos la cara a todos, incluso una chica quiso que le pintaran la cara a su bebé (?), jugaron con los ojos vendados, colorearon, hicieron calabazas de cartulina... una pasada, no hablamos el mismo idioma y no nos conocían de nada pero no querían que nos fuéramos, tenian interés por todo, querian aprender y enseñar. Vino Barbara y ella también se disfrazó. Espero poder estar mucho más presente allí, es sin duda el proyecto que tiene más necesidades. Fue genial pero un poco caótico, espero para la próxima acordarme de hacer limites de tiempo para cada dinámica.
Después de esa fiesta de Halloween tuvimos otra en el local, para chicos de los institutos, no vino mucha gente, jugamos, pasamos frio, comimos y bebimos sirope, decoramos el local muy bien y nos curramos los disfraces tanto que días después vino la televisión KaposTv a entrevistar al equipo de decoración.Fui la novia (cadáver) durante un día.
Este mes fuimos a los institutos varias veces, pusimos el infopoint, eurodesk, entramos en la clase de español Álvaro y yo y parece que podemos acordar con la profesora ir semanalmente a su clase, estaría guay tener cierta continuidad, para los chavales y para nosotros. Aunque reconozco que no es lo que más me llena, veo la utilidad que tiene para ellos hablar con un nativo, pero creo que hay colectivos con necesidades mayores, como los niños del mother selther.
La última semana del mes hicimos muchas actividades, Daria, la voluntaria holandesa organizó una tarde temática que atrajo a varios chicos, y pasamos la tarde en el local, jugando, comiendo merienda típica del país, incluso nos dio una breve clase intensiva de holandés, y ella sola! Estuvo genial. Es buena manera de acercar nuestra cultura a los locales, porque se hace a través del juego que es como aprenden realmente.
Pasé el fin de semana en Szekszard visitando a Dominik, nos cayó la de Caín, hicimos una ruta a las afueras de la ciudad hasta una torre de madera, y hacia tanto viento en la cima que por mas que te dejaras caer hacia delante el aire te empujaba hacia atrás. Localizamos la reserva natural y varias bodegas de vino, así que el próximo finde, que hace sol, iremos con mas voluntarios a la reserva y haremos rutas, es posible hacerlas a caballo o en bote y hay muchos animales. Me di cuenta, cuando estaba en lo alto de la torre, de cuento me gusta la montaña, aquí solo hay colinas! En serio, si trepas cincuenta metros casi puedes ver la frontera del país.
Este mes también despedimos a Noemi, y por supuesto cena en casa, esta vez en kebap, todos cocinamos, empezamos por el postre y lo acompañamos todo de cerveza.
Nuestra última actividad de team building: un vídeo gracioso de limpieza, mi piso debe ser el mas guarro de todos, no sé porqué, hasta para grabar el vídeo fingimos que limpiábamos en lugar de hacerlo de verdad. Pero fue muy gracioso, nos vestimos como Queen en “I want to break free” y casi perdemos a Raigo en el intento de un golpe brutal en pleno rodaje.

Prueba de la eficiencia (y necesidad) de la limpieza:

Estos últimos días hay vacaciones en los institutos, así que estamos en la oficina, dedicamos dos horas diarias a clases de húngaro, DOS HORAS ¿estamos locos? ¿Quién puede estar atento tanto tiempo seguido? No es lo único que hacemos, estamos organizándonos, hacemos brainstorming, como dije al principio somos un buen equipo, aquí hay mucho potencial y vamos a sacar adelante buenas ideas que mejoren la comunidad. A la vuelta del training course ya hubo quien propuso hacer un movie club, Niki nos ofreció ir al refugio de animales, se habló también de hacer un periódico, clases de cocina para niños … y aún no presenté mis ideas para los niños del mother selther.
¿Valoración general del mes? Muy positiva, cansada porque he hecho muchas cosas pero realizada y feliz. Muy motivada, en parte por el training course pero en una parte muy importante por la actitud proactiva que veo en la oficina. Ademas, conseguí poner una reclamación en Cigna, yo sola! Con lo mal que se me dan los ordenadores, y también, con la ayuda de Niki y Zsu, de solicitar el dinero del tren a Croacia.
Por lo demás todo bien, sigo viva y feliz.
Y flipando con la cantidad de barrenderos que hay en la calle. En serio, ¿a quién se le ocurrió poner castaños en tooooda la ciudad? Tienen la hoja caduca! Y todo el rato cayendo castañas al suelo, que encima no se las comen.

Desde Kaposvar tras dos meses,



Sara Blanco Ferrera









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