Siempre me gustó Febrero porque es el
mes de mi fiesta favorita: CARNAVAL. Puede que sea el primer año de
la historia que no me disfrazo con mi hermana de algún personaje de
nuestras películas favoritas después de horas y horas delante de la
máquina de coser haciendo, deshaciendo, probando, discutiendo y
desesperándonos. Yo no tenía ni idea de cómo se celebraba un
carnaval en Hungría y esto fue lo que me encontré.
A principios de mes los voluntarios
españoles hicimos una presentación en el centro cultural Agora
sobre cómo se vive esta fiesta en España. No desaproveché la
oportunidad para hablar del descenso del Galiana de Avilés y de los
carnavales de Santa Cruz de Tenerife.
Manon, Greta, Daria, Fatih, Sara y Benjamin |
El día siguiente en el mismo centro
cultural nos reunimos con otros grupos de personas locales, nosotros
ataviados con banderas y trajes y complementos coloridos y cutres que
sacamos del fondo del trastero de la oficina. Ellos vestidos con
trajes regionales en su mayoría. En el interior teníamos aperitivos
y los grupos de charangas practicaban dentro del edificio los bailes
que harían luego en la plaza. No es de extrañar que practicaran
dentro si tenemos en cuenta que en la calle la temperatura estaba
bajo cero. Tienen un baile genial que consiste en bailar con una
botella. Con ella. En la mano, en la cabeza, a su alrededor... quién
te iba a decir que una botella no es la compañera ideal de baile?
A menos no sé cuantos grados,
lloviendo y sin sentido del ridículo bajamos por la calle principal
con música y bailando hasta la plaza Kossuth. Allí esperamos
durante horas viendo a los grupos actuar con pequeños espectáculos
de teatro y baile. La fiesta se cerró con una hoguera y bailes de
todos los espectadores alrededor.
trimedalla con Mert |
El 4 de Febrero Mert, Benjamin y yo en
equipo corrimos la media maratón. Tuvimos un día perfecto y
soleado, los 10 kilómetros no se me hacen duros (salvo los tramos
cuesta arriba) y tras darle el relevo a Benji me hincho a comer
plátano que mis compañeros reparten a los corredores y pan en la
meta final mientras espero a que Mert llegue.
Como no estamos cansados al acabar
vamos al edificio de las piscinas a ver la entrega de premios, por
los pelos nos llevamos un trofeo!
Seguramente la mejor decisión de este
mes fue acompañar a la piscina a Peti, el niño de Napsugár, en mi
día libre. Como comenté Peti es autista y no habla en absoluto. Ese
día mientras le cambiaba y jugábamos me dijo mamá.
Ese momento ya fue lo bastante bueno
para completar el reporte del mes. Pero cuando volví a casa mis
amigos me esperaban para una excursión a Zselici Csillagpark. Ida en
bus y vuelta en bici! Si, cómo lo echaba de menos. Definitivamente
cuando el tiempo mejore querré moverme por los alrededores de la
ciudad. Enrico, Fatih, Murat, Derya, Daria, Yedigul, Manon, Carol,
Etienne y yo caminamos hasta el observatorio de estrellas entre el
barro y la nieve. Nos tiramos bolas de nieve, tocamos música,
comimos, nos hicimos fotos, subimos a una torre que era tan alta como
un edificio de ocho plantas y vimos toooodo alrededor.
Ese mismo día por fin pude meterle
mano a la comida italiana real que Greta recibió de su familia, como
se va hizo tiramisú con las galletas oficiales italianas y arancini.
Siguiendo con comidas internacionales
esa semana Murat y Derya prepararon la tarta de los muertos, una masa
que sólo lleva harina, aceite y azúcar hecho en la sartén. (No me
extraña que la llamen así).
En el centro cultural Ágora pudimos
ver un concierto seguido de una exposición de instrumentos abierta
al público, maravilloso acercar así la música a la gente. Había
excursiones de niños y muchos adultos por libre, sentándose,
tocando el piano, el bajo, los practicables de la batería, ukeleles,
la mandolina y muchos otros. Pude probar en el piano la teoría que
aprendí hace semanas cuando empece con el ukelele e improvisamos
nuestra futura banda de rock.
Caro, Murat y yo: Los rompecuerdas |
El 8 de Febrero Adam, el voluntario
lituano llevó a cabo una Tarde lituana en la oficina. Bailamos,
vimos vídeos de presentación de su cultura, concursos de adivinar
verdadero o falso, juegos de colocar en el mapa, probamos la bebida
dulce típica y picoteamos.
Tienen una sopa que es rosa! ..Eso es
lo que más me ha llamado la atención.
Salimos tan animados de la fiesta que
algunos fuimos a New York, por un momento fue un poco triste porque
Caro nos contó su decisión de dejar el proyecto, pero enseguida nos
animamos con dardos, futbolín y terminamos volviendo a casa haciendo
carreras en bici por la parte mas cubierta y resbaladiza de hielo
posible. Casi estampo la bici de Enrico y a él en una de esas
macetas gigantes de hormigón, pero por lo demás todo bien. Casa y
música.
Soy así de afortunada que este mes
recibí dos visitas, mis amigos de Gijón se acercaron a Budapest
unos días a mediados de mes.
De nuevo a visitar los puntos con más
interés turístico, cena mexicana, Szimpla Kert, Parlamento, vino
caliente en casa, catacumbas, Memento park, Mercado Central en busca
del lángos perfecto, Hummusbar, baños Czéchenyi de noche a -4ºC
y con lluvia... recordando más anécdotas de las que creamos,
disfrutando de su sentido del humor, cabeza y sensibilidad.
Memento Park |
Cuando vuelvo a casa la mitad del
equipo se ha ido a Visegrad por cuatro días para su segundo curso de
entrenamiento. Continuo entrenando y tocando el ukelele aunque sin
compañía. Hago una funda de elefantes para él, leche de arroz más
espesa y dulce que cuando la hago con ellos y en general les echo de
menos.
Es momento de despedir a Greta y a
Manon ...bellas ciao. Espero encontraros en el futuro y veros
felices.
Enrico, Caro, Sara y Oghusan |
El fin de semana del 16 bueno.. estuve
con Caro y Enrico. No sabría decir cuánto vino ni cuánta veces
cantamos Les passantes de Brassens ni en que momento se hizo de día,
hicimos leche por la mañana y la compra para el día siguiente, que
era el cumpleaños de Thomas, y ahí nos presentamos a tomar unas
cervezas con todos. Passion, absenta, masajes, esconder fotos,
cercanía.
La esperadisima vuelta a casa y el
amanecer perfectos.
estudiantes de Durázcky aprendiendo las CCAA |
Por segunda vez Álvaro y yo nos
aventuramos a hacer una Tarde Española en Kaposvár, esta vez en el
colegio Durázcky para niños con problemas de audición. Necesitamos
un traductor a lenguaje de signos, pero no fue ninguna dificultad, la
comunicación con ellos fue básicamente no verbal. Estaban
entusiasmados. Improvisamos todo lo que quisimos, lo pasamos como los
indios, aprendieron, se divirtieron, usaron el photocall, colorearon
las banderas de las Comunidades autónomas, nos abrazamos y jugamos
toda la tarde, un placer.
Pensando en mejorar las actividades en
el Hogar de Mujeres acordamos hacer una reunión con Daniel, el
director. Recibimos información sobre los niños con los que
trabajamos y sus madres, nos comprometemos a hacer un planing mensual
concreto de las actividades que llevaremos a cabo y dejarlo puesto
allí, se comprometen a preguntar a las mujeres si están interesadas
en recibir un taller por nuestra parte solo para ellas. Debimos haber
hecho esto desde un principio, y no solo en esta institución,
trabajando con un grupo tan grande de voluntarios que participan en
tantas actividades diferentes a un tiempo facilitaría mucho las
cosas.
Lia, Hugo, Laura, Lucía, Sara y Enrico en Viena |
A finales de mes recibo la segunda
visita genial de este mes. Mi hermana de nuevo, pero esta vez con sus
amigos, vienen a pasar unos días a Budapest y Viena. Nos encontramos
en Budapest la noche del miércoles 21, cervezas en el hostal, el
peor lángos de Hungría y retirada temprano, el día siguiente
subimos hasta la plaza de la héroes, rodeamos el palacio, bajamos
hasta el Mercado Central para coger provisiones para el viaje, parada
de rigor en el Hummusbar y subir hasta la colina de la libertad, está
todo nevado y precioso, nunca había visto la ciudad desde tan alto.
De tarde vamos a la estación de
autobuses, allí está Enrico para unirse al viaje. Y desde allí
vamos rumbo a Viena, ya es de noche y nieva fuera del autobús, se me
hace corto el viaje acurrucada en el asiento.
En esa noche vamos a probar las
mejores cervezas caseras en la ciudad. Es el sitio en el que más
frío he pasado hasta ahora.
En los días siguientes hacemos un
free tour, vamos al parque de atracciones más viejo de Europa,
visitamos el Palacio de Verano de los Hamsburgo, podemos ver el
ballet en la opera por 4€, tomamos chocolate caliente, vamos a
Pandora, tomamos la tarta sacher más cara de Viena con la receta
original de a saber cuándo, un rayito de sol ilumina el prado por un
momento y nos paramos a tomar un café con cannoli siciliano en la
parte trasera de la ópera, un edificio inmenso y elegante.
El palacio de verano no los Hamsburgo |
Vemos el increíble mercado en frente
del hostal donde nos hartan a comida, aceitunas rellenas de queso,
bollitos rellenos de nueces, especias, hummus con falafel, acabamos
el día en pijama jugando y bebiendo en el bar del hostal.
Viena es, como bien dijo Lucía,
ostentosa.
Se va con sus amigos de vuelta a
España el domingo y Enrico y yo nos quedamos solos por la mañana
con un día soleado y sin plan fijo, empezamos a pasear y un
matrimonio francés nos intercepta para pedir indicaciones hacia un
mercado de granjeros - hay arte y comida - nos dicen.
No tenemos ni idea de qué es pero
decidimos buscarlo con ellos. Y es el mejor plan que pudimos elegir.
El Szimpla kerts farmers market. QUESO, MIEL, PAN Y VINO.
Sorpresas del Szimpla farmers market |
También te ofrecen y preguntan tus
gustos, vendedores adorables, oferta de visitar sus granjas,
concierto imprevisto de un grupo ecléctico estilo peruano, el sol
entrando por los toldos que tapan el techo derruido.
Seguimos fortaleciendo lazos y me
siento simplemente feliz : )
La vuelta a la rutina no se hace
demasiado dura, tengo más tiempo libre porque dos alumnas del club
de español, las que son madre-hija, no pueden venir durante un par
de semanas.
Los niños siguen viniendo, Dominik es
adorable, súper risueño y curioso, me gustan las clases
particulares con él.
Hacer churros en equipo |
En el hogar de mujeres continuamos con
talleres dos días por semanas, la organización mensual funciona, al
menos para nosotros, hacemos churros con chocolates, pompones,
aprendemos un poco de geografía, jugamos a las sillas. Son
actividades algo superficiales pero que les dejaran un poso y ejemplo
de cómo dedicar el tiempo libre de manera sana y colectiva.
Los lunes a primera hora es mi cita
con Peti, el niño del colegio Napsugár para niños con necesidades
especiales, es un ángel. Espero poder acompañarle también a las
excursiones que hacen a caballo.
Quizá la parte de mi actividad en la
que me siento menos útil es en los infopoints de los institutos.
Estamos tan presentes en la rutina que nos hemos convertido en parte
del mobiliario, nadie viene a preguntar sobre programas de
intercambio en el extranjero, solo somos el apoyo lingüístico de
algunos profesores. Tampoco tenemos formación por parte de Compass
sobre los Programas de Erasmus+, así que casi mejor que no nos
pregunten nada.
A finales de mes me uní al club de
malabares que dos voluntarios dan en el gimnasio cada martes, es
divertido, siento cómo trabaja esa parte normalmente no usada de mi
cerebro, vino la tele a grabarnos, es una ocasión para conocer a
chicos de la ciudad. La sala tiene pared de escalada, futbolines,
cama elástica y colchonetas. Al final de la clase practiqué unas
acrobacias simples en las colchonetas.
Mis metas personales de practicar
música, entrenar y estudiar alemán están relajándose un poco.
Hace demasiado frío para seguir saliendo a correr tan a menudo, a
mediados de mes colgué las zapatillas hasta nuevo aviso. Estamos
teniendo no sé cuántos centímetros de nieve, pero más de diez o
quince. Y bajo cero. Y la motivación para estudiar alemán también
se ha debilitado un poco, aunque sigue estando entre mis metas
alcanzar al menos el 70% en Duolingo.
Uno de los momentos mas bonitos del
mes fue la carrera de noche con Enrico por el parque cubierto de
nieve y cayendo tantos copos que se nos desdibujaban las huellas en
la pista entre una vuelta y la siguiente. Está presente en casi
todas mis rutinas y son mejores precisamente porque él está en
ellas. Si tuviera que escoger una palabra favorita para este mes
sería banana y me la ha dicho él. Estamos pensando en alargar un
poco esta etapa y hacer una parada de varias semanas, quizás en
Bosnia, antes de volver a nuestros países de origen.
Las cenas ya no son sólo de chapati,
hemos ampliado el repertorio a banana pancakes y las ultimas veces
hasta dibujamos y escribimos en las tortitas, porridge para
desayunar, potatoe croquetes, gnocchi, polpetes, bagels, hamburguesas
de quinoa, pizza... sigo haciendo mi hummus y leche y de momento
siendo vegetariana.
A finales de mes al fin han crecido
los días! Ya hay luz cuando salgo de la oficina. No puedo esperar a
que las temperaturas suban un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario