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jueves, 9 de mayo de 2019

Nápoles, la ciudad con ley.


Napoli, una ciudad del sur de Italia que se caracteriza por ser la creadora de la Pizza!! Y es que ahora ha entrado a formar parte de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la pizza napolitana. Cuando les he hablado de Telepizza o Dominos Pizza, y la variedad que tienen de pizzas, se han echado las manos a la cabeza. Para ellos es una aberración agregar muchas cosas a un alimento que consideraban muy básico para aquella sociedad empobrecida del momento. Por tanto, con una masa, un buen tomate, y un queso se obtenía lo que se conoce como Pizza Margarita. Incluso está la Pizzeria Da Michele, de las más populares de Nápoles, que sólo sirven esa variedad, y para hacerte con una de ellas tienes que esperar mínimos 1 hora de cola.
Cada pizza por 4 Euros. Esto fue en un restaurante allí.
Para los que habéis visto la película de El Padrino, deciros que no es sólo ficción. La mafia italiana más famosa se llama Camorra, y habita aquí. Un "Quartieri" llamado Scampia, es totalmente gobernado por ellos. Controla varios comercios, los aparcamientos, el tráfico de drogas y asesinan a una media de tres personas al mes. Sin reparo alguno a hacerlo delante de todo el mundo. Es muy normal que haya fuegos artificiales en la ciudad cuando alguno de ellos sale de la cárcel o simplemente para avisar que la droga haya llegado al puerto. Es por ello que se aconseja tener sumo cuidado si visitas Nápoles e incluso no ir a ciertas zonas, ya sea de noche o de día.

El barrio español.
Para mi sorpresa, Napoli fue un reino español. Aquí estuvieron monarcas españoles antes de andar allá y una de las cosas que más me llamó la atención fue que importamos EL BELÉN. Los pesebres y las figuritas que ponemos en Navidad, no es algo nuestro. Es Napolitano!! Así que en cualquier época del año puedes ver varias tiendas de figuras.

Bien, una vez contado algunas cosillas de interés, vamos al viaje. Hemos ido los 6 voluntarios de la casa, Santa Veneranda, tras un viaje de 8 horas en bus por la noche. Se duerme fatal en un jodido bus. Una vez allí fuimos a tomar un desayuno. Es muy típico encontrar el "Caffé Sospesso", tradición napolitana que se ha ido expandiendo por el mundo. Consiste en pagar dos cafés pero sólo consumir uno. El otro estará guardado para cuando una persona de la calle necesite un café, que se lo pueda tomar sin pagar nada. Y es que para los italianos, todo el mundo tiene el derecho de tomar café.

Hay muchos graffitis por toda la ciudad.
Tras eso fuimos al Castillo del Huevo, donde Virgilio, el poeta, colocó un huevo que se supone que está en las catacumbas. La leyenda cuenta que si esté huevo se rompe, la fortaleza cae y Nápoles sufrirá una gran catástrofe. Se dice que se ha colocado en mejor posición para evitarlo, debido a que la ciudad es una ciudad volcánica y es habitual los terremotos. Está muy cerca del Vesuvio. Pero bueno, quizás sean habladurías. Hicimos un paseo, un largo paseo por Nápoles antes de ir a comer. ¿Qué comimos? UNA PIZZA FRITA. Quería evitar poneros la siguiente foto por motivos más que evidentes pero debo decir a mi defensa que es nos pilló lloviendo, así que esos pelos son fruto de eso.

Esto es una Pizza Margarita FRITA.
Una maravilla, la verdad. Y es que mi teoría que todo pasado por aceite está bueno sigue en pie. VIVAN LAS FREIDORAS. Una vez con las fuerzas repuestas fuimos a la casa donde dormiríamos. Vaya terraza, vaya baño, vaya cocina.... Una maravilla. Yo dormí con la Oce, claro. Y no me defraudó. Ambos hicimos un concierto de ronquidos tras hartarnos a comer galletas en la cama. Pero antes de eso quisimos ver la ciudad por la noche, y aprovechando que dejó de llover, una chica, Silvia, que era de allí y visitaba a menudo Pésaro, nos hizo de guía. Bueno, me hizo a mi de guía mientras Ocean iba de escaparate en escaparate de las joyerías, Enric y Sofía se metieron en un museo, y Paul se quedaba en casa ante la marcha de su amada Lydia con una amiga. Y es que sí, ahora en casa tenemos dos parejitas de estas que se jartan a besos to el rato, y se regalan rosas entre sí. Y si uno de la pareja no está, el otro se pierde de ver la ciudad para quedarse encerrado. Telita... Por suerte cuento con mi Ocean, que aunque iba ofendiendo a los napolitanos, estaba ahí.

Otra de las pinturas que me encontré por las calles.

Al día siguiente cogimos un tren a Pompei, la ciudad sepultada por la lava del Vesubio. A pesar de ver cosas interesantes, quizás por el cansancio o PUEDE SER QUE ALGO TUVIESE QUE VER QUE FUESE EL ÚNICO EN TENER QUE PAGAR 15 EUROS Y NO 2 EUROS COMO LOS DEMÁS POR TENER 25 AÑOS, no me gustó demasiado. A pesar de eso os dejo algunas fotillos. Incluyo lo que queréis ver. Personas petrificadas por la lava.
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El templo donde ser reunían.

Persona sepultada por la lava.

Bueno, pues acabamos el viaje subiendo al volcán, Vesuvio. Uno de los tres italianos que siguen en funcionamiento. Se dice que si llegase a explosionar, junto al Etna y Stromboli, se daría una edad glacial, puesto que cubrirían el sol durante 5 años. Además de tener que desalojar Nápoles con tan sólo el Vesuvio, pues está a una proximidad donde alcanzaría la lava. Quien sabe si en un futuro lejano la gente vaya a visitar las ruinas de Nápoles, tal y como ahora hacemos con Pompeya.

La vegetación ya se abre paso en las ruinas de Pompeya.

Pues una vez arriba, nos llovió a mares. Tremendo. Apenas pudimos ver nada, pero daba una extraña sensación estar pisando toda esa lava seca del suelo. Si hubiese sabido lo que nos costaría luego regresar a Nápoles para el bus de vuelta a Pésaro, me hubiese tirado al volcán de cabeza. Entre retrasos, cancelaciones y demás, casi perdimos el bus que salía a las 10 de la noche. Y cuando llegamos, quedaba unos diez minutos. A pesar de que todos corríamos como locos a la parada, al darme la vuelta, no veía a Ocean. ¿Dónde estaba? Pues representándome completamente. Con toda tranquilidad estaba en el mostrador del Kebab pidiéndose un menú supra maxi gigante. Ella, con su pasimonia. ES QUE ME ENCANTA LA OCE. En definitiva, que conseguimos coger el bus y nos hinchamos Oce y yo a comer.

Bueno, esto ha sido el finde pasado.
Ci vediamo!

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