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sábado, 27 de abril de 2019

Diario de Pascua.

Todi, día 2.

Día 1 - 21 de Abril 2019 - (Un día antes)

Pues aquí estoy, acojonao sin saber si este viaje irá bien o no. Ya sabéis, los típicos nervios de antes de un viaje, que además se suma el miedo a ir sólo y la incertidumbre de cómo llegaré a los sitios. Mi objetivo es llegar a Todi, pero no hay trenes, tampoco taxis, y creo que por ser fiesta, los buses están en la duda. Lo último que me gustaría es tenerme que volver. Incluso pienso que es mejor anularlo y quedarme tranquilo en casa. Pero en el fondo sé que está bien hacer ya este viaje que tanto quería, no por los lugares, sino más bien el perderme por ahí sólo y sin la ayuda de nada más y nada menos que de mi italiano. Hablar con la gente si tengo que pedir ayuda o información. La elección de las ciudades fue por puro sorteo. Miré así pueblecitos, y aquellos que parecían pintar bien me los apunté. Finalmente, TODI.

Día 2 - 22 de Abril.

Levantarse a las 6 de la mañana debería estar penado por ley. Menos mal que antes de acostarme dejé las cosas preparadas así que ha sido desayunar algo, aunque a esas horas poco me entra en el estómago, e irme a la estación de tren.

El paisaje es espectacular y algunas paradas me dan idea de dónde me gustaría ir próximamente, como Spello. Italia es mucha naturaleza, mucho verde, mucha montaña, mucho río... De verdad que me tiene enamorado. Y todo cambia al llegar a una zona un poco alejada de Perugia. Un poco industrial, barriada obrera de la ciudad. Desde aquí tengo que empezar a buscarme la vida para pillar un bus a Todi, pero ni seña de nada.

Tras una media hora, decido hacer autostop con un papel de las clases de italiano. TODI. Pero ya me avisaron que no funciona mucho esto por aquí. Por suerte a los 10 minutos ha llegado un bus y tras preguntar al conductor, va a Todi. Claro, la felicidad del momento ha sido grande, pero se ha consumido al ver la parada final en la base de la montaña y saber que tenía que subirla entera a pie. Unos 40 jodidos minutos donde he visto pasar los momentos más felices de mi vida, como cuando me regalaron una bici por mi comunión (aunque la montaron y no funcionaba los frenos. ¿Lo hicieron a posta?). Creía que moría. Los coches que pasaban a mi lado alucinaban. Ellos tenían que bajar de marchas y todo porque la pendiente era considerable. Veían a un chaval bañado en sudor con el altavoz a tope con Lola Flores (Ay pena, penita pena, TEMAZO. Sorry Pantoja, pero Lola es Lola) y una bolsa llena de Maritoñis. ¿Por qué no me hacen embajador de Maritoñis?

Llego al restaurante en pleno centro del pueblo donde el dueño era el encargado de mi alojamiento. Tras llamar a unos amigos, estos se han acercado a recogerme y a llevarme en coche. Es que el lugar donde me quedo está en la base de la montaña del otro lado de donde vengo. Ea. ¿No querías campo y soledad? Pues toma Fernando.

Vistas desde mi ventana en Ponte Cuti (Todi).

Al parecer la comida típica de esta región de Italia, Umbria, son los garbanzos, las lentejas, un poco lo que llamamos los guisaos. A ver, no esperéis un puchero gitano, pero ya era hora de salir de la pizza, piadina y pasta. Aunque a decir verdad, me sigo quedando con la pizza, así que tras diluviarme encima un rato, he conseguido acercarme a una pizzeria que había a unos 15 minutos caminando por una autopista bastante oscura. Pero yo por comer, MATO o me dejo matar, en este caso. La cena está servía. .

El río Tíber (Tevere en italiano). El 3º más grande de Italia.


Día 3 - 23 de Abril. -

Tras esperar noticias del dueño que me prometió llevarme a Todi en coche, he decidido al final ir tirando por mi cuenta por una ruta de senderismo. PRECIOSA, la verdad. Unas vistas maravillosas, pero eso sí, mucho esfuerzo. Os dejó alguna foto para que la gocéis desde vuestros sofáses.

Salida del pueblo y comienzo de la ruta.

Todo esto es maravilloso porque no era pendiente.

Me acuerdo de sentir aquí miedo porque no había nada y esta casa parece la típica que sale en las noticias porque algún violador la usa para llevar a sus víctimas. Así que aligeré el paso.

Al llegar he ido a la Oficina de Turismo puesto que he pensado en ir después a Asís (Assisis, en italiano), dónde nació Francisco de Asís. Me han dado los horarios de los buses y ya de paso un mapa de Todi con los mejores sitios. La verdad es que la gente de la zona es muy amable y siempre dispuesta a ayudar. He preguntado por la calle y tal, y genial. Sin queja alguna. Les hacía mucha gracia mi acento en italiano, eso sí.

Bueno, he visto todo, TODO. Y he acabado muerto. Mucho caminar en cuestas. Y cuando creo que ya no queda nada por ver me encuentro con el comienzo de un sendero. Aquí la foto.


Precioso. 6 minutos y pierdes calorías y todo! Chollazo. Pues... ups, lo siento. Al lado hay un ascensor. ¡CARIÑO SI ME HE JUGADO LA VIDA POR UNA PIZZA GRANDE FAMILIAR, ¿PIENSAS QUE ME VAS A CONVENCER PONIENDO QUE PIERDO KILOS?! Me abrazo a la tecnología. Ciao. No pienso caminar más. Y la verdad es que el ascensor está tan chulo que ya es el tercer viaje que hago.



A la noche he preparado la mochila de nuevo porque al día siguiente me iba a Assisis, y de nuevo el trajín de buses y tal. Para acabar mi aventura en Todi os dejo unas fotografías del pueblo.

Tempio di San Fortunato

Fonte Cesia
Giardini G. Oberdan

Día 4 - 24 de Abril. -

Vistas desde el bús de Asís.

He podido llegar a la parada del bus. Para no perder la tradición, no sin subir cuestas y andar unos 4 kms en pleno bosque. Todi - Perugia. Y tras una hora allí, finalmente el bus a Assísis.  He llegado a la tarde, dando un asco del sudor grandísimo. Encima he comprobado que está petao de gente. Llena de turistas, de peregrinos y de monjes. Al fin y al cabo es la cuna de los franciscanos y de las clarisas. Poco he hecho hoy, ducharme, dar un vistazo fugaz y buscar algo de cenar. Luego a la noche, en la Plaza del Comune había movida con música y tal, así que he ido a echar un vistazo antes de irme a dormir.

PD: Son las 1 de la madrugada y no se cansan en tocar los tambores. Han estao graciosos un rato pero vamos, ya se pueden ir pirando, digo yo.


Día 5 - 25 de Abril-

Hoy era el día de ver la ciudad. Así que con plano en mano, a caminar por todos los rincones que veía sin un rumbo fijo. He aprovechado para comprarle a la Oce una pulsera con la cruz de Asís, porque sé que ella es muy mística, religiosa y tal, y le va a gustar que me haya acordado de ella. Es más, es la que me habla todos los días para ver cómo estoy. Ella se ha ido a Francia.

Pues os dejo un poco de fotos para que os hagáis una ligera idea de cómo es Asís.
Basílica di S. Francesco.
Retrato de San Francisco de Asís.

Casa particular cualquiera.
Restaurante de la zona.
Callejuelas al estilo Albayzín. 
Por la noche, he vuelto a la pizzería de ayer y la muchacha que me atendió, no estaba. Es el día de la Liberación Fascista Italiana así que es fiesta. Aunque no creo que por eso sea la gran multitud de gente que hay. Real que me ha recordado a caminar por el mercaillo de los Domingos de Graná a las 12 de la mañana. A mi eso me estresa porque la gente no sabe caminar. Da un por culo tremendo. Bueno, que me desvío. Cuando me han dado la pizza, la chica apareció por ahí y hemos estado un rato hablando. Es curioso que con quién haga más migas sea con las chicas de las pizzerias y tratorias. Es que como mucho joder.

La conclusión del día de hoy es la falsa moral de la gente. Aquí están sacando una cantidad de dinero impresionante con la fe de la gente. En las puertas de los conventos, iglesias, catedrales... hay pobres que piden para comer, y nadie los mira siquiera. Pero luego dentro de estos sitios están los monjes sentados en unas mesas para que la gente vaya y les pida una bendición. Estos rellenan un papel, que parece un formulario, y tras "donar", se lo entregan a la persona. Para decir algo a su favor, la entrada a los lugares son gratuitos. Pero vamos, la ornamentación que se encuentra uno es increíble. Que os voy a contar que no sepáis ya. Me parece bastante hipócrita. Al fin y al cabo están adorando a una figura que destaca por su espíritu de pobreza y desprendimiento... Y más Rolex, más Gucci, más Iphone, no he podido ver entre los feligreses. 

Bueno, al día siguiente marcho ya a casa, a Pesaro. La verdad es que hay ganas. Pero el viaje me ha resultado muy enriquecedor. Lo describo como un retiro espiritual que me ha servido para pensar y reflexionar sobre bastantes cosas. Ante todo, creo que me está ayudando mucho esta experiencia en general y estoy haciendo cosas que antes ni se me asomaría por la cabeza. Aprendiendo, experimentando y atreviéndome... ¿Sabéis de eso que estás viajando sólo pero no te sientes en soledad en ningún momento? Puede sonar cursi, pero me ha hecho conocerme más a mi mismo, enfrentarme a cosas que aún tenía guardadas, y a comprender un poco más que cada persona es el resultado de circunstancias que están fuera del alcance de nuestras manos, que son variables. Con esta frase final os dejo que mañana cojo tren a Pésaro.


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