Follow Us

lunes, 12 de agosto de 2019

Lo que ha sido mi SVE.



Llevo más de una semana en Granada, al fin, después de 10 meses sin pisar mi tierra.
Y creo que es el momento de hacer mi reflexión final. Si tú está leyendo esto antes de afrontar tu SVE te animo a leerlo.

Llegué a Pesaro, Italia, en un momento de mi vida que estaba completamente vacío. Sin trabajo tras haber renunciado a uno que era bastante esclavista, algo que me llevó a enfrentarme incluso a parte de mi familia. Lo había dejado con mi ex, una persona con la que me sentía muy dependiente. Ver que no tenía expectativas de futuro. Sin motivación. Y eso me llevó a un estado depresivo. Como un alma en pena. Creo que fue el momento que decidí hacer un cambio si o si cuando me aventuré a esto. En otras circunstancias no lo hubiera hecho ni loco.

Y ahora es todo diferente. No me arrepiento de nada porque quizás haber vivido lo anterior ha hecho que me ponga a analizarme, a saber qué es lo que quiero de verdad, y no lo creo. Me ha dado vida. Y puede ser que por eso me sienta tan agradecido a Las Niñas del Tul, en especial a Nadia, y a Vicolocorto, mi asociación de acogida. Sin olvidar Totem, el centro de agregación donde he trabajado.

Vuelvo totalmente diferente. Orgulloso de mi mismo. 




Nunca hubiese pensado en viajar solo antes y vi el momento de hacerlo durante el SVE. Cogí mi mochila y durante una semana me perdí por el interior italiano. Sólo. Si me perdía, me tenía que buscar la vida, si algo mal pasaba sólo me afectaba a mi, y era yo el único que tenía que encontrar solución. Me sentí dependiente y, a pesar de la soledad, nunca me sentí sólo. Aprendí y me valoré más a mi mismo. 

También he convivido con gente de otros países. Algunos con los que congeniaba más, y otros con los que menos. Abrir la mente, recapacitar, reflexionar, empatizar y sobre todo buscar formas de convivir han sido cosas claves. Todos me han aportado inquietudes, interés, motivaciones y ganas de continuar en mi desarrollo personal. He conocido historias, y algunas de ellas muy duras. Comprender el contexto de la gente, y el nivel de confianza para que te lo cuenten, es un tesoro. Incluso yo también me he abierto de una forma que jamás habría hecho. Así que si en parte me ha servido para ser independiente, también para aprender relacionarme de otra forma con los demás. A pedir ayuda, y servir de ayuda.

He vivido experiencias buenas y malas. Todas bienvenidas. No ha sido un camino de rosas siempre, pero aquellas partes más desérticas, he ido plantándolas yo.




Si eres una persona que estás indeciso o simplemente falta poco para tu SVE, te recomiendo que lo vivas. Que lo vivas de verdad. Nadia me dijo que cada cual tiene su propia experiencia. Y es cierto. Y debe de ser así. Pero ve con la vista de que puedes conseguir lo que realmente necesitas tú. Que tengas iniciativa de enfrentar retos y miedos. Y por encima de todo, te pringues. Te metas en el barro. Quizás esto me lo hayan enseñado los niños en Totem. Dejar de lado la vergüenza, el querer tener una buena imagen o valorar mi móvil con una importancia que no tiene.

Y ahora, saber que volveré. En menos de un mes comienzo como coordinador de proyectos en Vicolocorto. Estoy seguro de que será otra experiencia pero muy distinta a mi SVE. Más motivado e ilusionado. Con las ganas de encontrar a otros jóvenes que esta experiencia les pueda cambiar su vida, aunque sólo sea un poquito. Que se hagan replantear cosas. Que sea un proceso de mejoramiento personal. Un poco de desintoxicación de este mundo que muchas veces deja qué desear. No sé si lo haré bien o no, pero si que pondré mis ganas. Me veo capacitado.

De nuevo, gracias.

Y aquí mi último post.

SIGAMOS PONIENDO UN BELLO TUL POR EL MUNDO.




No hay comentarios:

Publicar un comentario